York Castillo
La luz no puede llegar… Mis ojos ya no tienen con qué brillar… pájaros vuelan alto, mis ilusiones cada día bajan más… me rehúso a aceptar que no estás… veo arder mi alma, pero con qué apago esta pena?... si los ríos de agua viva se convirtieron en lágrimas de soledad… me vuelvo viejo y descubro que el reloj nunca se detuvo… todo corre y se olvida menos mi lamento…. No tengo brío para escuchar la melodía de la vida… por eso el tenor de esta sinfonía es el dolor… consumo un cigarro desesperado por esta situación… y observo como el fuego se lo consume al igual que Lucifer entre llamas se consume al mundo a través del rencor… no soy cervantes... pero luché como el caballero hidalgo y la única batalla que gané fue la de la soledad…
Cristian lópez
Poco a poco empiezo a comprender… que a veces ya es muy tarde y es inevitable verse caer… recordar y el círculo vicioso de un sufrimiento monótono reinicia… y aquel mundo caótico del cual quería escapar se vuelve una realidad… la excusa perfecta siempre era una tontería y esa conversación se volvía suicida… aniquilando con cualquier esperanza conservada en mi interior.
Desde ese momento el tren de mi lúgubre estación jamás regreso y vivía tratando de dejar congelado ese recuerdo que vivía asfixiándome... pero cada vez mas te volvías indeleble… tan incondicional… a pesar de tanto luchar es tu recuerdo quien llegaba primero… en pocas palabras aun te esperaba… se volvió mi gran lamento de una guerra perdida… de una batalla que no quiero repetir… una pesadilla que no quiero revivir…
